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Se buscan viajeros a Marte dispuestos a no regresar

Una empresa holandesa impulsa un proyecto para crear una colonia habitable en el planeta rojo

Martes, 23 de abril del 2013 – 12:12h.
 EL PERIÓDICO / Barcelona

Aunque pueda parecer el argumento de una película de ciencia ficción, la empresa holandesa Mars One está dispuesta a hacer realidad el sueño de habitar Marte en el plazo máximo de diez años. Para conseguir este objetivo, han hecho un llamamiento a través de internet dirigido a todos aquellos aventureros que quieran ser los primeros residentes en el planeta rojo en 2023.

 Las futuras viviendas tendrán todo tipo de comodidades. ATLAS

Los candidatos pueden mandar sus solicitudes desde la web de ‘Mars One’. MARS ONE

 La propuesta, para la que miles de candidatos han presentado ya sus solicitudes, incluye el billete de ida al planeta y una plaza para convertirse en residente de la colonia que, según señalan desde el proyecto, se comenzará a construir este año.

El proyecto, con un coste estimado de 6.000 millones de dólares, será sufragado con las aportaciones de cada uno de los candidatos, quienes tienen que aportar 38 euros para poder optar a ser uno de los elegidos.

Viaje sin retorno

Pese a lo apetecible que, en principio, parece la misión, el proyecto cuenta con un pequeño inconveniente: es un viaje sin retorno, por lo que los intrépidos astronautas deberán quedarse el resto de su vida en el planeta vecino. La vuelta a la Tierra es imposible dado que Marte tiene una gravedad inferior a la de nuestro planeta y es imposible físicamente soportar el cambio gravitatorio.

Cada viaje espacial, de unos siete meses de duración, tendrá cuatro tripulantes elegidos de forma paritaria, dos hombres y dos mujeres, para asegurar la reproducción humana y el crecimiento de la nueva colonia..

Los atrevidos candidatos que quieran formar parte de la expedición no deben cumplir requisitos especiales; únicamente tener entre 18 y 40 años, estar en buena forma física y ser conscientes de los posibles riesgos del proyecto.

‘Reality show’ internacional

El ambicioso y difícil proyecto esconde detrás una importante estrategia de financiación. Todo el proceso de selección será filmado y podrá verse a través de internet como un ‘reality show’ de ámbito internacional. La web de la empresa permite también hacer donativos e  incluye una tienda con ‘merchandising’ conmemorativo.

royecto Mars One ya tiene 100 voluntarios para viajar a Marte sin regreso

La empresa ofrecer ser parte de las primeras colonias en el planeta rojo a partir del año 2022. Además los participantes serán parte de un show televisado que sustentará al proyecto.

AMSTERDAM.- El polémico proyecto para crear colonias humanas en Marte ya tiene a sus primeros interesados. Se trata de Mars One, que hasta hoy ha convocado al menos a 100 personas (ya aceptadas como postulantes y con videos en su red) para viajar al planeta rojo, con una gran condición, la imposibilidad de regresar a la Tierra.

Esta oferta está impulsada por una organización sin fines de lucro proveniente de Holanda y promete llevar a cuatro personas hasta a este planeta desde el año 2022,  para que vivan en este lugar durante toda su vida. Con estos pasajeros, junto a una segunda tripulación, la empresa espera crear las primeras colonias de seres humanos en Marte que deberán morir en este lugar.

Otro punto interesante para quienes postulen proyecto, es que sus creadores esperan subvencionar los 6.000 millones de dólares que necesitan para realizarlo por medio de un programa de televisión que mostrará la vida de estas personas en Marte.

Para evitar postulaciones falsas, la empresa ha establecido una barrera de entrada de 38 dólares, para los habitantes de Estados Unidos, y de sólo 5 dólares para otros países emergentes. Además los interesados deben hablar inglés y ajustarse al perfil que busca la empresa.

Esta primera etapa cerrará el próximo 31 de agosto. Entonces la empresa elegirá a aquellos candidatos que cumplan los requisitos y se ajusten mejor a su perfil para pasar a la segunda ronda.

Mars One ha señalado que además, en un futuro cada país podrá seleccionar un participante en el proyecto, que eliminará a varios para dejar un grupo de 24 a 40 personas que serán entrenadas por varios años para habitar Marte.

Finalmente se espera que para el año 2022, viajen al planeta rojo los cuatro finalistas que deberían demorarse entre seis a siete meses en llegar. Posteriormente la empresa enviará cada dos años un nuevo grupo, para ir estableciendo la primera colonia de humanos en Marte que cuenten además con su propio programa de televisión.

Iniciativas privadas quieren llegar al Planeta Rojo en 2018. ¿Realidad o ficción?

Es el futuro. Intrépidos astronautas recién llegados a Marte deciden analizar unos extraños árboles, pero resultan ser las patas de una especie de araña-murciélago-rata gigante que intenta devorarlos.

La imagen, de la película de 1959 ‘El enojado planeta rojo’, es solo una entre tantas que durante décadas han capturado la imaginación y el temor que conlleva la conquista de otro mundo. Tal vez, en unas décadas, cuando los únicos seres extraños por fuera de nuestra órbita sean humanos, serán aún más hilarantes esas criaturas marcianas que esclavizan a la humanidad en los relatos de ciencia ficción.

Este año, dos proyectos privados – un viaje de solo ida a Marte y un paseo de 501 días en pareja– muestran que, así sea para mudarse o no, parece no haber vuelta atrás para revivir la emoción de ver una huella humana en suelo extraterrestre. La organización holandesa Mars One abrió esta semana, y hasta el 31 de agosto, la convocatoria mundial por Internet para la selección de 24 personas que quieran pasar el fin de sus días en el Planeta Rojo. Piensan enviar seis grupos de cuatro personas cada uno en lapsos de dos años. El primero llegaría en el 2023 y su costo sería de 6 mil millones de dólares. (Vea el video del programa)

En diálogo con EL TIEMPO, Bas Lansdorp, cofundador de la empresa, explica que “de la misma forma que todos nos morimos, estas personas morirán algún día en Marte, pero después de un viaje muy emocionante en un lugar mucho más interesante”.

Este empresario, que también es ingeniero, no ve con preocupación las cuestiones filosóficas de esa despedida sin retorno. “Las personas llevamos décadas dando adioses definitivos. Quienes emigraron de Europa hacia América hace siglos se fueron sin esperanzas de volver y les dijeron adiós para siempre a sus familias –cuenta Lansdorp- En Marte, los astronautas tendrán todo tipo de equipos modernos para comunicarse con sus seres queridos, pueden enviarles mensajes y solo tomarán entre 6 y 20 minutos en llegar a la Tierra”.

Los críticos dicen que el proyecto no quiere revelar cuánto dinero les hace falta para financiarse y que, además, obtendrá parte de los fondos con la venta de derechos de transmisión de un ‘reality’ que mostrará todo el proceso.

“Nos critican porque el hombre que inventó Gran Hermano está en nuestro grupo de inversionistas. Pero no es nuestra intención hacer ese tipo de ‘show’. En Marte, los astronautas mostrarán solo lo que quieran mostrar”, responde Lansdorp a la preocupación de que el afán de ‘rating’ prevalezca por sobre la ciencia. Todo el mundo va a querer ver cómo es la preparación y los dilemas que se presentarán entre los elegidos a la hora de poblar el Planeta Rojo. Sin embargo, muchos dudan de que el interés de los televidentes se pueda mantener durante tantos años.

Los requisitos son, entre otros, tener más de 18 años (no hay un máximo de edad), no sufrir de problemas psicológicos, tener buen estado físico y medir entre 1,57 y 1,90 metros.

Ya hay miles de personas interesadas en hacer parte del proyecto, algunas incluso de América Latina. “Soy un escritor y tengo muy buen sentido del humor, así que nunca se aburrirán conmigo”. “Esta es mi fantasía hecha realidad”. “Quiero inspirar a la gente”. “Sacrificaría cualquier cosa para algo tan importante”. Son algunas de las frases de los aspirantes, cuyos videos ya se pueden ver por Internet. Sobran los que están dispuestos a ser héroes. Después de todo, la inscripción solo vale 38 dólares para los estadounidenses (y 12 para los habitantes de algunos países en desarrollo como Colombia).

Aunque es optimista, la colombiana Adriana Ocampo Uria, directora del programa de la Nasa Nuevas Fronteras, advierte que “las perspectivas son muy ambiciosas” y “hay que tener mucha cautela”. “La Nasa ha tenido un alto porcentaje de éxito y eso hace ver como si fuese algo fácil. Pero llevar a seres humanos fuera de la bóveda celeste de nuestro planeta es extraordinariamente difícil y peligroso”.

Uno de los más escépticos es Ian O’Neil, Ph.D. en física solar y productor de Discovery News , quien tildó a este proyecto como un “Big Brother interplanetario” que “está condenado al fracaso”. “Por más que quiero ver una colonia en Marte en esta vida, Mars One –usando su actual plan de negocios y plazos irreales– no será el caso”, escribió esta semana.

¿Con el marido?

El 2012 se convirtió en el año de las empresas espaciales privadas. Después de que el cofundador de PayPal, Elon Musk, creó el programa de cohetes comerciales Space X y firmó un contrato con la Nasa, muchos otros multimillonarios se han querido subir al tren.

“Estamos en las nuevas fronteras de la exploración espacial”, opina Ocampo. Pero aclara que no es nuevo el trabajo entre agencias espaciales gubernamentales y el sector privado. Aunque la Nasa, que es la que más fondos recibe en el mundo, vio recortado su presupuesto el año pasado, sigue teniendo la experticia como ventaja. Así que si los millonarios quieren hacer solos la tarea, el trabajo se complica. En su contra también juega la credibilidad y las críticas que abundan en Internet sobre su deseo de simplemente hacer dinero durante el proceso. Para contrarrestarlo, han conseguido ‘padrinos’ como ganadores de premios Nobel y visionarios de la era digital que le han dado el visto bueno a los proyecto.

Dennis Tito, famoso por ser el primer turista en la Estación Espacial Internacional, está usando su abultada billetera para un proyecto más viable y sencillo que Mars One.

El 5 de enero del 2018, quiere enviar a una pareja (preferiblemente casada) a un viaje ida y regreso de un año y cuatro meses hasta el Planeta Rojo, sin amartizar, algo que reduce notablemente los costos.

Para muchos expertos, de todas las iniciativas privadas, esta parece la más viable, sencilla y probable. “Esto es para buscar inspiración. El vuelo nos mostrará que sí podemos llegar hasta allá”, ha dicho Tito.

El plan de su fundación, llamada ‘Inspiration Mars’ , la nave pasará a unos 160 kilómetros de distancia de Marte. Lo malo, es que eso sucederá del lado del planeta que estará de noche, por eso tendrán que hacer historia con unos lentes de visión nocturna a la mano.

A pesar de que hoy existen la tecnología y la experiencia para tamaña empresa, lo inquietante es que el proyecto (que tiene la asesoría de la Nasa) aún carece de todos los fondos necesarios y no ha publicado cuál es su valor total.

Sus creadores prefieren un matrimonio, ya que el largo trayecto se realiza en un espacio muy reducido (un poco más grande que un puesto de parqueadero).

Además, optarían por una pareja madura y que ya haya tenido hijos, debido a que la radiación podría dejarlos infértiles.

El 2018 es un año clave porque será cuando Marte y la Tierra estén más cerca de lo normal. Una oportunidad así, según Tito, se repetirá en el 2031.

Están los medios para “llevar a un ser humano alrededor de Marte y retornar. Lo podemos hacer ahora”, asegura Ocampo. La científica también aclara que los rusos tienen el récord de pasar más tiempo consecutivo en el espacio (más de 1 año), así que un viaje de 501días no es imposible.

Algunos como Bobby Braun, ex jefe de tecnología de la Nasa, ven con escepticismo que la misión se pueda llevar a cabo en el 2018. Según le dijo a la revista Wired, con un poco más de combustible, pueden extender la fecha de lanzamiento a una menos ambiciosa, así eso implique que los astronautas tengan que pasar más de dos años en el espacio.

Tras el ‘momento Kennedy’

La última vez que un humano caminó sobre una superficie no terrestre fue en 1972, con el alunizaje del Apolo 17. Para los expertos, es clave inspirarse en ese momento especial que John F. Kennedy desató en los 60 cuando dijo: “Elegimos ir a la Luna en esta década. No porque sea fácil, sino porque es difícil”.

Y aunque vivir en Marte es técnicamente más fácil que hacerlo en la Luna–debido a que esta última no tiene atmósfera ni agua-, la meta también está millones de kilómetros más lejos. Para ser más exactos, entre 56 y 227 millones de kilómetros de nuestro planeta.

En agosto del año pasado la Nasa envió el ‘Curiosity’ un robot del tamaño de un automóvil que toma muestras, videos y fotografías del planeta. Este ‘rover’ ha sido, hasta ahora, lo más grande y complejo que los científicos han podido poner con éxito sobre la superficie marciana.

Aunque todavía hay mucha prevención sobre la invasión humana a Marte, los analistas coinciden en que estas iniciativas privadas son importantes porque piensan en grande e impulsan la voluntad política que Kennedy propició para lograr algo que parecía imposible.

“Emblemáticamente es importante que exploremos el espacio. Es un factor de unidad global que nos ayuda a madurar como civilización”, opina Ocampo. “Por eso mi esperanza es que Colombia decida que la exploración espacial es parte de su destino”.

Lansdorp, por su parte, insiste en que no es loco su proyecto de colonizar el vecino planeta: “Será algo que la humanidad logrará en conjunto. Por eso es muy importante involucrar a gente de todos los países”.

El tiempo y la carrera por conseguir el dinero y las alianzas necesarias, luego de la crisis económica, determinarán si Marte quedará tal cual como lo que es hoy: un sueño.

REBECA LUCÍA GALINDO
REDACCIÓN INTERNACIONAL-EL TIEMPO

The Technology

Mars One has developed a realistic plan to establish a settlement on Mars by 2023. This plan is built upon existing technologies available from proven suppliers. Mars One is not an aerospace company and will not manufacture mission hardware. All equipment will be developed by third party suppliers and integrated in established facilities.

The fully equipped mission is comprised of the following, primary hardware components:

  • Launcher: This is the rocket used to take payloads* from Earth launch into Earth orbit or to Mars. Mars One anticipates use of the Space X Falcon Heavy, an upgraded version of the Falcon 9 which is in use by Space X now. The Falcon Heavy is slated to undergo test flights in 2013, granting ample time for fine-tuning prior to the Mars One missions which begin in 2016.
  • Mars Transit Vehicle: This is responsible for transporting the astronauts to Mars, and consists of two propellent stages, a landing module and living quarters.
  • Lander: Mars One anticipates use of a variant of the SpaceX Dragon capsule, first tested in 2010. This is the same vehicle which successfully docked with the International Space Station (ISS) in May of 2012. The lander Mars One requires will be slightly larger than the current Dragon. The Lander will be used for 5 functions:
    1. Life Support Unit: A Lander that contains the systems for the generation of energy, water and breathable air within the settlement.
    2. Supply Unit: A Lander that contains food, spare parts and other smaller components.
    3. Living Unit: This Unit is a Lander that is outfitted with a special inflatable section. After reaching the surface of Mars, this allows it to create a large living space for humans.
    4. Human Lander: This is the unit which carries the astronauts to the surface of Mars.
    5. Rover Lander: This is the unit which carries the rovers to the surface of Mars.
  • Rover: The Rover is a semi-autonomous, solar-electric powered exploration and construction vehicle used to explore the surface of Mars in search of the most suitable location for the settlement, for transport of large hardware components (in a tractor-like fashion), and then general assembly.
  • Mars Suit: All astronauts must wear their Mars Suits when exposed to the Mars atmosphere. Like those used by the Apollo astronauts on the Moon, Mars Suits protect astronauts from extreme temperatures, the very thin, non-breathable atmosphere, and otherwise harmful radiation.
  • Communications system: The communications system transmits the video streams from Mars to the communication satellite in Mars orbit and back to Earth.

* Payloads are the items delivered by the Launch Vehicle into Earth or Mars orbit, or to the surface of Mars. Mars One payloads may be a communications satellite, transit vehicle, propellent stage, or a Lander.

Suppliers

Mars One has visited several major aerospace companies around the world to discuss our plan and the hardware components that we need to implement the plan. For each component we have found at least one potential supplier. We have visited those companies and have received letters of interest from them. For more information about these companies, see Suppliers.

Is this really possible?

Mars One is not the first organization to ponder the idea of a manned mission to Mars. There have been many plans to do just this. And yet, none have come to fruition. Why should Mars One succeed?

There are several reasons, as described in some detail, below:

  • Emigration – The Mars One astronauts will depart Earth assuming that they will never return. This radically changes the mission requirements, reducing the need for return vehicles associated with currently unavailable technologies and far greater costs.
  • Solar panels – Through the use of this simple, robust, and plentiful energy source, Mars One does not require the development and launch of a nuclear reactor, thereby saving time and money while avoiding the risks and concerns for use of a nuclear power source.
  • Simple rovers – Through the use of relatively simple rovers, designed to conduct basic settlement construction prior to human astronaut arrival, saving both time and cost.
  • No new developments – The entire plan revolves around the use of existing, validated technology
  • No politics – Suppliers are chosen on a balance of price and quality, not through political or national preferences.

Emigration to Mars

A central point to Mars One’s mission is the emigration of the human astronauts. Mars becomes their new home, where they will live and work for what will likely be the remainder of their lives.

While it is possible that, within the lifetime of the early settlers on Mars, there will be opportunity to bring one or more back to Earth, it cannot be anticipated nor expected. Consider the following fact: to return a human to Earth, a fully assembled and fueled launch vehicle (rocket) must be available, capable of escaping the gravitational field of Mars with ample, on-board life support systems and supplies for up to a seven months voyage, and the capability to either dock with a space station orbiting the Earth, or perform a safe re-entry and landing on Earth.

Not one of these is a small endeavor, each requiring substantial technical capacity, weight, and cost.

Furthermore, there is a point in time after which the human body will have adjusted to the 38% gravitation field of Mars, and be incapable of returning to the Earth’s much stronger gravity. This is due to the total physiological change in the human body, which includes reduction in bone density, muscle strength, and circulatory system capacity. While a cosmonaut on-board the Mir was able to walk upon return to Earth after thirteen months in a weightless environment, after a prolonged stay on Mars, the human body will not be able to adjust to the higher gravity of Earth upon return.

By assuming human astronauts are permanent residents on Mars, the challenges are reduced to providing the astronauts with the foundations for a new life: safe living facilities, clean air and potable water, food rations until plants may be grown in green houses and hydroponic facilities, and the essentials for intellectual stimulation on a planet which is cold, desolate, and without many life giving qualities.

While complex, the Mars One Mission is possible now. The science and technology required to place humans on Mars exists today. Much of what we have learned from the Skylab, Mir, and the International Space Station (ISS) have given us imperative data, experience, and know-how–all of which are applicable to living on Mars.

In addition, the basic elements required for a viable living system are already present on Mars, resulting in the need to send more tools and machines than raw elements. For example, the location Mars One has chosen for its first settlement contains water ice in the soil, which can be extracted through the application of heat. This water may be used to drink, bathe, raise food crops, and, through electrolysis, create oxygen. In addition, Mars has ample natural sources of nitrogen, the primary element (80%) in the air we breathe.

Certainly, for a long time, there will be need for new supplies such as computers, clothing, specialty foods (chocolate, coffee, and tea), and complex spare parts which cannot be readily reproduced with Mars based 3D printers and computer aided mills. However, soon after the first humans arrive, it is expected the astronauts will be able to create and improve their own habitation using local materials.

Solar panels

The Mars One settlement will be powered by solar (photovoltaic) panels. This is possible because Mars One does not require the production of fuel for a return journey to Earth. The solar panels selected for the Mars One mission are thin film, which, while slightly less efficient than those more commonly used in aerospace, are extremely light and easily transported. The first Mars One Settlement plans to install approximately 3000 square meters of power generating surface area.

As Mars is further from the Sun than Earth, the solar gain is reduced. But, as the atmosphere is far thinner, the amount of solar radiation that reaches the surface is greater than if Mars contained a thicker atmosphere. As a result, the average total solar gain on the surface of Mars is 500 Watts per square meter, which is roughly ½ of the average 1000 Watts on Earth.

In the early years of the project, the solar panels will be placed directly on the ground, as this reduces the materials brought from Earth and requires minimal effort from the rovers prior to arrival of the humans. When the build-up of dust and sand reduces the total power output, a rover or astronaut will clean them accordingly.

Simple Rovers

Mars One has opted for the deployment of relatively simple rovers, which require the astronauts to continue to wear their pressurized Mars Suits. While a pressurized rover is ideal – one that offers breathable air and a small living quarters for longer surface exploratory missions – the cost of transport to Mars is currently prohibitive. Furthermore, at this time, there exists no transport vehicle that can carry such a rover to Mars.

While the rovers Mars One has selected are capable of driving more than 200 kilometers, the comfort of the astronauts suits will likely limit total travel to 8 hours / 80 kilometers per day. The rovers are able to drive across the Mars terrain at roughly 10 kilometers per hour when they are under the direct control of a human, and slower when driving autonomously. While not an incredible distance, this does equate to an available area surrounding the settlement of roughly 5000 square kilometers.

No New Development

Mars One has designed a mission that uses components made exclusively by existing suppliers, and has received confirmation to develop all major components through letters of interest. While most of the components required are not immediately available with the exact specifications required, at this time, there is no need for radical modifications to the current component designs. All suppliers have confirmed their ability to build what is required–and they can do so now.

No Politics

Mars One is a non-governmental company, and, as such, apolitical in its function. Mars One is choosing to work with the best suppliers the world has to offer, regardless of their geographic location or national affiliation. Mars One is only concerned with the quality of the products and fairness of the price used to make the Mars One Mission possible. The astronaut selection process will engage tens, even hundreds of thousands of applicants from dozens of countries world-wide. Each team selected for settlement on Mars will be comprised of four people, each from a different nation on Earth. From start to finish, from Earth to Mars, Mars One is dedicated to an international, intergenerational effort to take the human species on an incredible journey.